¿Está en riesgo la función financiera por la llegada de la inteligencia artificial?

La tercera revolución industrial es la revolución digital que ha estado en vigor desde mediados del siglo XX, que se caracteriza por una fusión de tecnologías que está difuminando las líneas entre lo físico, esferas digitales y biológicas. La conjunción en el siglo XXI del avance de las tecnologías de las comunicaciones, junto al gran desarrollo y uso de Internet, así como de las energías renovables, definen esta tercera revolución.

La cuarta revolución industrial, también conocida como Industria 4.0, es una propuesta que sostiene que los avances tecnológicos implementados desde la segunda década del siglo XXI conformaban una nueva etapa de transformación industrial. La propuesta sostiene la innovación productiva en esta etapa, se caracteriza por la fusión de tecnologías, desintegrando las fronteras entre las esferas física, digital, y biológica. La Inteligencia artificial juega un papel fundamental en este proceso, el arte de imitar el comportamiento humano hace que hoy en día cuestionemos muchos de los trabajos actuales.

En este contexto y poniendo el foco en la función financiera y en como la IA pueda afectar nuestro trabajo creo que es innegable que algo va a cambiar y que ya se empiezan a dar cambios que impactan en quién y cómo va a realizar este trabajo.

La mala noticia es que se va a eliminar cualquier proceso predictivo, repetitivo y rutinario, gracias a la automatización, me refiero a áreas como la contabilidad básica, la conciliación bancaria y la auditoría. La IA reducirá el tiempo de trabajo y los costes asociados a estos procesos, minimizando los errores humanos. Otras áreas que se verán afectadas son los sistemas de facturación y cobro, mejorando la eficiencia y la ejecución de cobros y pagos en fecha. La IA tiene una de sus grandes ventajas en el tratamiento de datos, los análisis predictivos basados en análisis de datos pasados para predecir tendencias futuras nos servirán de apoyo en la planificación financiera y en la toma de decisiones estratégicas. Los algoritmos de IA pueden identificar patrones y señales de riesgo que podrían pasar desapercibidos para los analistas humanos, permitiendo una gestión de riesgos más proactiva.

En el campo de los mercados financieros el trading algorítmico permite que la IA pueda analizar datos en tiempo real y ejecutar transacciones basadas en algoritmos que identifiquen oportunidades de trading, optimizando así las estrategias de inversión. Herramientas de IA pueden ayudar en la creación y ajuste de carteras de inversión personalizadas según los objetivos y perfiles de riesgo de los clientes.

Y en el campo de servicios al cliente hay una gran área de oportunidad y mejora, con los chatbots y asistentes virtuales, que podrán responder a preguntas comunes, proporcionar información sobre cuentas y realizar transacciones básicas, mejorando la experiencia del cliente y liberando tiempo para el personal humano.

Incluso en una fase más avanzada los asistentes virtuales impulsados por IA podrán ofrecer consejos financieros personalizados basados en el análisis de datos del cliente.

Otro campo muy crítico es el de la detección del fraude, gracias a la IA se pueden monitorear transacciones en tiempo real y detectar actividades sospechosas o patrones de fraude, permitiendo una respuesta rápida y efectiva llegando a detectar anomalías que podrían indicar fraude.

Y en todo lo relacionado con la tecnología regulatoria (RegTech) impulsada por IA puede ayudar a las instituciones financieras a cumplir con las regulaciones mediante el análisis automatizado de datos y la generación de informes de cumplimiento.

En resumen, la IA está transformando la función financiera al mejorar la eficiencia, precisión y capacidad de análisis, permitiendo a las organizaciones tomar decisiones más informadas y gestionar riesgos de manera más efectiva.

Esta situación puede predecir la desaparición de los asesores financieros, sustituidos por máquinas que realizarán este trabajo, la buena noticia es que hay muchas funciones que es probable que mantengan la necesidad de la intervención humana debido a la complejidad, la necesidad de juicio, la toma de decisiones estratégicas y la interacción interpersonal. Es ahí donde debemos posicionarnos los asesores financieros trabajando aspectos más cualitativos y que aporten valor a nuestros clientes.

Por ejemplo las relaciones personales fuertes y la generación de la confianza de nuestros clientes a menudo requieren habilidades humanas. Los asesores financieros, por ejemplo, ofrecen asesoramiento personalizado que puede ser difícil de replicar completamente con IA.

Sin duda otra área será la toma de decisiones estratégicas. La planificación estratégica y la toma de decisiones a nivel corporativo suelen requerir una comprensión profunda del contexto empresarial, la cultura organizacional y la política interna. Estos son ámbitos en los que la intuición y la experiencia humana juegan un papel crucial.

La intervención humana será necesaria en la gestión de riesgos complejos: si bien la IA puede analizar grandes conjuntos de datos y detectar patrones de riesgo, la gestión de riesgos complejos a menudo implica evaluar factores cualitativos y hacer juicios sobre incertidumbres futuras, lo que sigue siendo una fortaleza humana.

En lo referente al cumplimiento normativo y la ética la IA puede ayudar a monitorear el cumplimiento y detectar fraudes, pero la interpretación de leyes y regulaciones complejas, así como la toma de decisiones éticas, aún requieren discernimiento humano.

La creación de nuevos productos financieros y servicios requiere creatividad, intuición y una comprensión profunda de las necesidades del mercado y los clientes. Estos son atributos que, al menos por ahora, siguen siendo predominantemente humanos.

Las negociaciones, ya sean internas o externas, requieren habilidades de comunicación, persuasión y empatía, que son difíciles de replicar con la IA. La valoración de empresas y el análisis exhaustivo durante fusiones y adquisiciones requieren una mezcla de análisis cuantitativo y cualitativo, así como juicio profesional.

El liderazgo efectivo no solo se basa en tomar decisiones racionales basadas en datos, sino también en inspirar y motivar a los equipos, resolver conflictos y fomentar una cultura organizacional saludable.

Aunque la IA puede aumentar la eficiencia y mejorar la precisión en muchas áreas, estas funciones financieras probablemente seguirán necesitando el toque humano en el futuro previsible. Desde Lets Finance vivimos con pasión este proceso de cambio y consideramos que se abre un mundo de nuevas oportunidades para aquellos que prestamos servicios financieros, la IA no hará desaparecer la función financiera, la hará evolucionar, la hará ser más eficiente pero no dejará de tener un componente humano diferencial.

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